El gobierno del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva (PT) trabaja en la posibilidad de realizar una importante revisión del programa Auxílio Brasil. La idea general es tratar de entender quiénes son las personas que realmente se ajustan a las reglas del proyecto y quiénes estarían ganando el dinero de manera irregular.

Datos del actual Ministerio de Ciudadanía indican que más de 21 millones de personas son elegibles para recibir Auxílio Brasil. Este es un récord en la historia del joven programa. El número de personas atendidas creció dramáticamente, especialmente entre los meses de agosto y octubre de este año 2022.

Existe la sospecha entre el equipo de Lula de que este aumento se produjo de manera superficial, es decir, personas que no pudieron recibir el saldo lograron ingresar al programa social. Al mismo tiempo, los ciudadanos que realmente necesitan el dinero quedarían fuera del proyecto y no habrían sido seleccionados hasta ahora.

Un punto que debería analizarse mejor es el estado de las condiciones. Oficialmente, Auxílio Brasil sigue las reglas de la antigua Bolsa Família. Para que la familia siga recibiendo el dinero es necesario que preste atención a una serie de puntos, como mantener a sus hijos en la escuela e incluso actualizar su cartilla de vacunación.

En cualquier caso, aunque el actual gobierno ha seguido esta directriz, hay críticas de que estas reglas se han relajado. En el caso de la vacunación contra el Covid-19, por ejemplo, el Ministerio de Salud y Ciudadanía dejó claro que ninguna familia perderá una ventaja por no optar por vacunar a sus hijos contra el virus.

La semana pasada, un informe del Tribunal Federal de Cuentas (TCU) señaló que el actual gobierno había “mal administrado” el dinero destinado a programas sociales como la ayuda de emergencia y la ayuda a Brasil en los últimos años.

“Algunas de las conclusiones que están concluyendo los auditores es que Auxílio Brasil incentivó la división de grupos familiares para obtener recursos en mayor volumen, lo que perjudica a familias que no pueden dividirse numéricamente, como una madre con dos o tres hijos pequeños”, dijo el presidente interino del TCU, Bruno Dantas.

“Bolsa Família es el programa que logra de manera más efectiva el objetivo de combatir la pobreza y reducir la desigualdad social. En este informe presentamos conclusiones que muestran que con menos recursos Bolsa Família es capaz de reducir

la pobreza en un porcentaje mayor que cualquier otro programa”, concluyó el presidente interino al pasar el mensaje al vicepresidente electo Gerald Alckmin (PSB).

Uno de los puntos que el gobierno electo no debería cambiar es la cuestión de las reglas de ingreso al programa social. Hoy, para participar del proyecto, se debe tener una cuenta CadÚnico activa y actualizada, además de respetar los límites de ingreso per cápita.

La tendencia natural es mantener estos puntos también porque estas reglas están en vigor desde la antigua Bolsa Familia. Por lo tanto, es probable que el nuevo gobierno siga utilizando CadÚnico para elegir nombres para futuros programas sociales.

Para ser parte de CadÚnico, los ciudadanos deben comunicarse con el ayuntamiento. Los ayuntamientos son responsables del proceso de selección de programas.

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